CRISTO VIENE
TEOLOGÍA BIBLICA Y SISTEMÁTICA

9. BAUTISMO EN EL ESPIRITU SANTO
c. Su evidencia inicial. ¿Cómo sabemos cuando una persona ha experimentado el recibimiento carismático del Espíritu Santo? En otras palabras, ¿Cuál es la evidencia de que uno ha experimentado el bautismo del Espíritu Santo? No se puede resolver esta cuestión por las enseñanzas de los cuatro evangelios, pues ellos contienen sólo profecías de la venida del Espíritu Santo y la profecía se aclara sólo mediante su cumplimiento. Tampoco podremos resolver la cuestión leyendo las epístolas, porque ellas contienen mayormente enseñanzas pastorales dirigidas a las iglesias establecidas donde el poder Espíritu, con manifestaciones exteriores, era considerado como algo normal en la vida de cada creyente. Es por lo tanto evidente que el asunto debe ser resuelto por el libro de los Hechos, el cual registra muchas ocasiones durante las cuales la gente recibió el Espíritu Santo. Al mismo tiempo, describe los resultados que siguieron.
Admitimos que no siempre que se menciona en el libro de los Hechos el recibimiento del Espíritu, se hace referencia a los resultados. Pero cuando se describen los resultados, se registra siempre una expresión inmediata, sobrenatural y exterior, que convence no solamente al que recibe el Espíritu Santo, sino también a la gente que escucha de que un poder divino controla a la persona, y en todos los casos esa persona, en un estado de éxtasis, habla en un idioma que nunca aprendió.
¿Constituye esta declaración simplemente la interpretación particular de un grupo religioso, o es reconocida por otros? El Dr. Rees, teólogo británico de ideas liberales dice al respecto:
El hablar en lenguas era el don más visible y popular de los primeros años de la iglesia primitiva. Parece haber sido el acompañamiento regular y la evidencia del descenso del Espíritu Santo sobre los creyentes.
El Dr. G. B. Stevens, de la universidad de Yale, escribe en su libro "Teología del Nuevo Testamento," lo siguiente:
El Espíritu era considerado como un don especial que no siempre acompañó al bautismo y a la fe. Los samaritanos habían creído la Palabra de Dios y sin embargo no se les consideraba como posesores del Espíritu Santo. Había creído y se les había bautizado, pero fué sólo cuando Pedro y Juan pusieron las manos sobre ellos que recibieron el don del Espíritu. Evidentemente está involucrado aquí un acontecimiento especial, o una dotación o recibimiento del mismo carácter.
Al comentar los Hch._19:1-7, escribe lo siguiente:
No solamente no recibieron el Espíritu Santo cuando creyeron, sino ni aun cuando fueron bautizados en el nombre de Cristo. Fué sólo cuando Pablo puso las manos sobre ellos que descendió el Espíritu Santo y hablaron en otras lenguas y profetizaron. Es evidente aquí que el don del Espíritu Santo es considerado sinónimo con el carisma extático, (comunicación espiritual) de hablar en otras lenguas y profetizar.
El Dr. A. B. MacDonald, ministro de la iglesia Presbiteriana Escocesa dice al respecto:
La creencia de la iglesia en el Espíritu Santo surgió a raíz de haber experimentado ella tal acontecimiento. En los albores de la iglesia, los discípulos tuvieron conciencia del nuevo poder que obraba dentro de ellos. Al principio, la manifestación más extraordinaria era "el hablar en otras lenguas," el poder de expresión extática en una lengua no comprensibles; y tanto los que estaban bajo ese poder como os que veían y oían sus manifestaciones estaban convencidos de que un poder de un mundo superior había descendido sobre sus vidas, dotándoles de capacidades de expresión y otros dones, lo que parecía ser algo diferente de la mera intensificación o elevación de los revestimientos que ellos ya poseían. Personas que hasta entonces no había demostrado poseer nada de extraordinario, repentinamente eran capaces de pronunciar oraciones o discursos Apasionados, o de pasar por estados sublimes de ánimo, durante los cuales era evidente que mantenían conversación con el Invisible.
Expresa además que el hablar en lenguas "parece haber sido lo que más llamaba la atención, y además era al principio la más característica de las manifestaciones del Espíritu."
¿Hay algún lugar en las Sagradas Escrituras del Nuevo Testamento donde se haga una distinción entre aquéllos que han recibido el bautismo del Espíritu Santo y los que no lo han recibido? El escritor anteriormente citado, A. B. MacDonald responde en sentido afirmativo. Señala al respecto que la palabra "simple oyente" (indocto, V. M.) de 1Co_14:16 y 1Co_14:23, la cual él traduce "cristiano particular," denota a las personas que se diferencian de los incrédulos por el hecho de que toman parte de la adoración hasta el punto de decir "amén." Asimismo se distinguen de los creyentes por el hecho de que no pueden tomar parte activa en las manifestaciones del Espíritu. Al parecer existía una sección especial en el edificio de reunión para los "simples oyentes." (Indocto, V. M.) 1Co_14:16. Weymouth traduce la palabra "mero particular" o "indocto" por la expresión "alguno que le falta el don." Por su parte, el léxico de Thayer da la siguiente definición de la misma palabra: "Uno que está destituido del don de lenguas, un cristiano que no es profeta." A su vez, MacDonald lo describe como "uno que espera, o se le mantiene esperando, hasta el momento decisivo cuando el Espíritu descenderá sobre él.
Sin tener en cuenta su denominación religiosa o la escuela de pensamiento teológico, eruditos capaces en el estudio de la Biblia admiten que el recibimiento del Espíritu Santo en la iglesia primitiva no constituía una ceremonia formal o teoría doctrinaria, sino un verdadero acontecimiento experimental. El canónigo Streeter dice que el Apóstol Pablo pregunta a los gálatas si era por la ley o por el oír de la fe que recibieron el don del Espíritu Santo "como algo definido y tan fácil de observar, como por ejemplo, un ataque de gripe."
d. Su aspecto contínuo. El acontecimiento experimental calificado de "ser lleno del Espíritu," está relacionado con el pensamiento de poder para servicio. Se deben distinguir tres fases de este acontecimiento, a saber:
(1) El descenso inicial, cuando una persona es por primera vez bautizada con el Espíritu Santo.
(2) Una condición habitual es referida por la palabras "llenos del Espíritu Santo," (Hch._6:3; Hch._7:55; Hch._11:24), palabras estas que describen la vida diaria de una persona espiritual, o uno cuyo carácter revela los frutos del Espíritu. La condición habitual es referida en la exhortación que dice: "Mas sed llenos del Espíritu." Ef._5:18.
(3) Descensos del Espíritu o unciones para ocasiones especiales. Pablo fué lleno del Espíritu Santo después de su conversión, pero en Hch._13:9 se nos narra que Dios le dio un revestimiento especial del Espíritu con el cual podía resistir el poder maligno del mago. Pedro fué lleno del Espíritu Santo el día de Pentecostés, pero Dios le concedió una unción especial cuando estuvo delante del consejo judío, (Hch._4:8). Los discípulos habían recibido el bautismo del Espíritu Santo el día de Pentecostés, pero en respuesta a la oración Dios les dio un revestimiento especial del Espíritu Santo para fortalecerles frente a la oposición de los dirigentes religiosos. Hch._4:31. Al respecto, dijo el extinto F. B. Meyer:
Quizá usted sea una persona llena del Espíritu Santo en su familia, pero, antes de subir al púlpito, cerciórese que esta especialmente dotado mediante una nueva recepción del Espíritu Santo.
e. La manera de su recepción. ¿Cómo puede uno recibir el bautismo de poder?
(1) Es esencial una actitud concorde con la voluntad de Dios. El primer grupo que experimentó el descenso del Espíritu Santo perseveraba unánime en oración y ruego. Hch._1:14. Idealmente, uno debiera recibir el revestimiento del poder del Espíritu Santo inmediatamente después de la conversión, pero en realidad, existen ciertas circunstancias de una clase o de otra que puedan hacer necesarias la espera.
(2) La recepción del don del Espíritu Santo, después de la conversión, está relacionada con la oración de los obreros cristianos. El escritor de los Hechos describe de la siguiente manera lo acontecido a los samaritanos convertidos, quienes habían ya creído y habían sido bautizados: "Los cuales, habiendo venidos, oraron por ellos, para que recibiesen el Espíritu Santo... Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo." Hch._8:15-17.
Weinel, teólogo alemán, hizo un profundo estudio de las manifestaciones espirituales durante la era Apostólica. Nos dice que "lo que se podría denominar sesiones de inspiración se realizaban hasta bien avanzado el segundo siglo, aunque parezca raro a los extraños." El Espíritu, nos dice la citada autoridad, se le comunicaba a los convertidos por la imposición de manos y la oración, y producía señales y Maravillas. "Las sesiones de inspiración" parecían ser servicios especiales para aquéllos que deseaban recibir el poder del Espíritu.
(3) La recepción del poder espiritual está relacionada con las oraciones unidas de la iglesia. Después que los cristianos de la iglesia de Jerusalén hubieran orado pidiendo confianza para predicar la Palabra, "el lugar en que estaban congregados tembló: y todos fueron llenos de Espíritu Santo." Hch._4:31.
La expresión "el lugar tembló," indica que aconteció algo espectacular y sobrenatural, lo cual convenció a los discípulos de que el poder que descendió en el día de Pentecostés estaba todavía presente en la iglesia.
(4) Un derramamiento espontáneo del Espíritu Santo puede hacer, como ocurrió en algunos casos, innecesarios los esfuerzos o la oración, tal como ocurrió en la casa de Cornelio. En efecto, los que allí estaban congregados tenían ya sus corazones purificados por la fe. Hch._10:44; Hch._15:9.
(5) Puesto que el bautismo de poder es descrito como un don, (Hch._10:45), el creyente debe rogar ante el trono de la gracia por la pRm.esa de Jesús: "Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hiJs., ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?" Lc_11:13.
Una cierta escuela de intérpretes de las Escrituras enseña que uno no debe pedir el Espíritu, por las siguientes razones: En Pentecostés, el Espíritu Santo vino a morar en forma permanente en la iglesia; desde entonces, todos aquellos que son añadidos en la iglesia del Señor y bautizados en Cristo, pasan a ser, por estos hechos, participantes del Espíritu. 1Co_12:13.
Es verdad que el Espíritu Santo habita en la iglesia. Ello, sin embargo, no debe de ser obstáculo o impedimento para que el creyente lo pida y lo busque personalmente. Tal como lo dice el Dr. A. J. Gordon, aunque el Espíritu fué dado de una vez por todas a la iglesia en el día de Pentecostés, ello no implica que todos los creyentes hayan recibido el bautismo del Espíritu Santo. El don de Dios requiere que uno se apropie de él. Dios dio, (Jn._3:16), nosotros debemos recibir, (Jn._1:12). Como pecadores, aceptamos a Cristo, como santos, aceptamos el Espíritu Santo. Así como hay fe en Cristo para la salvación, así también hay fe en el Espíritu Santo para poder y consagración.
En lo que respecta al día de Pentecostés, se trata de un hecho histórico, completo en sí mismo. En lo referente al bautismo del Espíritu Santo para los creyentes, se trata de un acontecimiento experimental que se puede repetir en cualquier momento. El circunscribir ciertas grandes bendiciones del Espíritu Santo al reino ideal llamado "Era Apostólica," aunque pudiera parecer conveniente para escAp.ar ciertas dificultades imaginarias, podría ser el medio de robar a los creyentes de algunos de sus derechos más valiosos derivados del pacto.
(6) Oración individual. Saulo de Tarso ayunó y oró tres días antes de ser llenado del Espíritu Santo. Hch._9:9-17.
(7) Obediencia. El Espíritu Santo es aquél "el cual ha dado Dios a los que le obedecen." Hch._5:32.
6. Glorificación.
¿Estará el Espíritu Santo con el creyente en el cielo, o le dejará? La respuesta es que el Espíritu Santo en el creyente será "una fuente de agua que salte para vida eterna." Jn._4:14. La morada del Espíritu Santo representa justamente el comienzo de la vida eterna, la cual será consumada en la vida venidera. "Porque ahora nos está más cerca nuestra salvación, que cuando creímos," escribió Pablo. Estas palabras indican que sólo tenemos el comienzo de la salvación que será consumada en el porvenir. El Espíritu Santo representa el comienzo o primera parte de esta salvación completa. Esta verdad está expresada bajo tres ilustraciones:
a. Comercial. Se describe al Espíritu Santo como "las arras de nuestra herencia, para la redención de la posesión adquirida para alabanza de su gloria." Ef._1:14; 2Co_5:5. El Espíritu Santo es la fianza o la promesa de que nuestra liberación será completa. Es más aún que una promesa o fianza, es una entrega hecha por adelantado, como garantía de que el resto será dado.
b. Agrícola. El Espíritu Santo constituye los primeros frutos de la vida futura. Rm._8:23. Cuando los israelitas trajeron los primeros frutos de sus productos al templo de Dios, lo hacían en reconocimiento de que todo pertenecía a Dios, y la ofrenda de una parte simbolizaba la ofrenda del todo. El Espíritu Santo en los creyentes constituye los primeros frutos de la gloriosa cosecha futura.
c. Doméstica. Así como a los niños se les da a veces a gustar algún manjar antes del banquete, así también lo es con el Espíritu Santo. Los cristianos sólo "gustaron.... las virtudes del siglo venidero." Heb_6:5. En Ap._7:17 leemos lo siguiente: "Porque el Cordero que está en medio del trono los... guiará a fuentes de aguas de vida." Notemos el plural en estas palabras, "fuentes de aguas." En la vida venidera Cristo, Cristo será el Dador del Espíritu, y aquel que hizo gustar por anticipado la bendición del Espíritu, guiará a sus seguidores a frescas fuentes del Espíritu y hacia lugares de gracia y riquezas espirituales desconocidos durante este peregrinaje terrenal.
7. Pecados contra el Espíritu.
Las operaciones llenas de gracia del Espíritu traen grandes bendiciones, pero ellas involucran también grandes responsabilidades. Hablando en General, los creyentes pueden contristar o mentir a la persona del Espíritu Santo o Apagar su poder. Ef._4:30; Hch._5:3-4; 1Ts._5:19. Los incrédulos pueden blasfemar la persona del Espíritu Santo y resistir su poder. Hch._7:51; Mt._12:31-32. El contexto en todos los casos explicará la naturaleza del pecado. El señor Guillermo Evans señala que "resistir está relacionado con la obra regeneradora del Espíritu; contristar, con la morada del Espíritu y apagar, con el revestimiento para servir."
V. LOS DONES DEL ESPÍRITU.
1. La naturaleza Gn.eral de los dones.
Los dones del Espíritu Santo deben distinguirse del don del Espíritu Santo. Aquéllos describen las habilidades sobrenaturales impartidas por el Espíritu para ministerios especiales; éste se refiere al derramamiento del Espíritu sobre el creyente, efectuado por el Cristo ascendido. Hch._2:33.
Pablo habla de los dones del Espíritu ("espirituales" en el idioma griego), en su aspecto triple. Cada uno de estos aspectos es el siguiente: "Carismata," o la variedad de dones impartidos por el Espíritu, (1Co_12:4, 1Co_12:7); "diakonai," o las variedades de servicios efectuados en la causa del señor, y "energemata," o las variedades de poder de un Dios que opera en todas las cosas y por medio de ellas. Todos estos aspectos se califican con el nombre de "manifestaciones del Espíritu." El espíritu es dado al hombre para provecho de todos.
¿Cuál es el propósito principal de los dones del Espíritu? Son capacitaciones de carácter espiritual para el fin de edificar la iglesia de Dios por medio de la instrucción de los creyentes y la salvación de los inconversos. Ef._4:7-13. Pablo eNm.era nueve de esos dones en 1Co_12:8-10, los cuales pueden clasificarse de la siguiente manera:
a. Aquellos que imparten poder para saber en forma sobrenatural: palabra de sabiduría, palabra de ciencia y discreción - discernimiento, V. M. - de espíritu.
b. Aquéllos que imparten poder para actuar en forma sobrenatural: fe, operaciones de milagros y dones de sanidades.
c. Aquéllos que imparten poder para hablar en forma sobrenatural: profecía, géneros de lenguas e interpretación de lenguas.
Los dones son descritos como "la manifestación del Espíritu," que ha sido dada para "provecho." (Provecho de todos, V. M.) Esto es, para beneficio de la iglesia. Aquí tenemos la definición bíblica de "manifestaciones del Espíritu," o en otras palabras la operación de cualquiera de los nueve dones del Espíritu.
2. La variedad de dones.
a. Palabra de sabiduría. Por esta expresión se quiere decir el acto de expresar sabiduría. ¿Qué clase de sabiduría? Para determinar esto, lo mejor será notar en qué sentido se usa la palabra "sabiduría" en el Nuevo Testamento. Se aplica al arte de interpretar sueños y dar consejos. sabios, (Hch._7:10); la inteligencia evidenciada en el descubrimiento del significado de algún número misterioso o visión, (Ap._13:18; Ap._17:9); habilidad en el manejo de asuntos (Hch._6:3); prudencia devota en el trato con aquellos que no pertenecen a la iglesia, los extraños (Col_4:5); habilidad y discreción para impartir la verdad divina, (Col_1:28); el conocimiento y práctica de los requisitos para vivir una vida piadosa y justa, (Stg._1:5; Stg._3:13; Stg._3:17); conocimiento y habilidad en asuntos correspondientes, para el éxito de la defensa de la causa de Cristo, (Lc_21:15); conocimiento de las cosas divinas y de los deberes humanos, unido a una capacidad de expresarse con respecto a ellos y de interpretar y Ap.licar las Sagradas Escrituras, (Mt._13:54; Mr._6:2; Hch._6:10); la sabiduría e instrucción con las cuales Juan el Bautista y Jesús enseñaron a los hombres el plan de la salvación. Mt._11:19